En ocasiones las alteraciones en la mordida o problemas en la quijada pueden desencadenar dolor intenso en el oído, que se extiende hacia la cabeza y el cuello e incluso se acompaña de sensación de oído tapado o zumbidos. Por lo que muchas veces esto provoca la visita a la consulta del Otorrino
Lo más frecuente cuando se presenta dolor de oído, es sospechar que esta infectado, inflamado o tiene un tapón de cerilla; si además se escuchan zumbidos, se asume que es por problemas de la presión o porque se esta perdiendo la audición.
Y aunque todos esos problemas son los primeros que hay que descartar, algunas veces el diagnóstico debe ir más allá de lo evidente y es sumamente importante conocer todos los factores asociados así como realizar una exploración física minuciosa, para poder tener una mejor idea del tratamiento adecuado. Ya que existe un problema en particular que puede presentar todos los síntomas que se comentaron antes sin que se trate de un padecimiento propiamente del oído, si no más bien de alteraciones en la articulación temporomandibular.
Y aunque todos esos problemas son los primeros que hay que descartar, algunas veces el diagnóstico debe ir más allá de lo evidente y es sumamente importante conocer todos los factores asociados así como realizar una exploración física minuciosa, para poder tener una mejor idea del tratamiento adecuado. Ya que existe un problema en particular que puede presentar todos los síntomas que se comentaron antes sin que se trate de un padecimiento propiamente del oído, si no más bien de alteraciones en la articulación temporomandibular.
Pero ¿qué tiene que ver esto con el oído?
¿Qué es la articulación Temporomandibular?
Todos los días hacemos uso de esta articulación ya que gracias a ella somos capaces de abrir y cerrar la boca. Esta formada por la unión que conecta a la mandíbula (quijada) con el hueso temporal, el que forma la parte lateral de la cabeza (cráneo). Esta unión se puede localizar fácilmente colocando el dedo índice justo por delante de la estructura triangular que se observa frente a la oreja, si se presiona firmemente y se abre y cierra la boca se puede sentir el movimiento de los huesos e incluso algunas personas pueden sentirlo en el interior del conducto del oído. Cualquier clic, chasquido, sensación de que algo truena o cruje al hacer esto, no es normal.
Cuando se abre la boca, los extremos
redondeados de la mandíbula (quijada) llamados
cóndilos se deslizan dentro de una cavidad en el hueso llamada fosa temporal; al cerrar la boca, los cóndilos regresan a su posición original deslizándose hacia atrás.
En la articulación temporomandibular existe un disco
blando de cartílago que se localiza entre ambas porciones de hueso, permitiendo que su deslizamiento suave cada vez que se habla, mastica, bosteza, etc. Cada vez que se mastica o se muerde algo, el disco en la articulación es el que absorbe la mayor fuerza del impacto, incluso más que entre los dientes, ya que el forma un "colchón" que permite el movimiento suave sin fricción.
También participan varios músculos que se localizan a su alrededor y ayudan a que la mandíbula se abra y cierre, contribuyendo a la función de la articulación.
¿Qué causa el dolor?
En muchos casos el dolor se debe al desplazamiento del disco de cartílago, es decir "se sale de su lugar" y esto provoca presión y estiramiento de nervios sensitivos que se encuentran alrededor. Cuando al abrir la boca se ve que algo salta o aparece enfrente del oído o se siente o escucha un clic, es porque el disco de cartílago regresa de golpe a su lugar. Además cuando existe un problema en la articulación los músculos que se encuentran a su alrededor se tensan y no trabajan de forma eficiente, lo que a su vez causa dolor y sensibilidad en la zona.
Las situaciones que pueden causar lesión a la articulación temporomandibular, son:
- Estrés
- Golpes en la mandíbula
- Bruxismo (rechinar los dientes)
- Masticar chicle en exceso
- Mordida mal alineada
- Artritis
¿Cuáles son los síntomas de un problema en la articulación?
El dolor de oído es una molestia frecuente, este puede ser agudo e intenso o sordo y constante; puede localizarse también justo por delante del oído o alrededor e inclusive irradiarse hacia otras partes de la cabeza (dolor de la mitad de la cabeza o sobre la sien), la mandíbula, los dientes o la cara (la mejilla, por arriba o debajo del ojo). La razón por la que el dolor puede afectar tantas partes es porque los músculos y los nervios sensitivos que se asocian al espacio de la articulación también se estiran, tensan e inflaman, transmitiendo la molestia hacia los espacios en donde se encuentran o por donde pasan.
Debido a que el dolor de oídos es tan común, muchos pacientes acuden al otorrino y en estos casos el especialista se encarga de averiguar si existen otros síntomas asociados y de realizar una exploración física minuciosa. Si el conducto del oído se encuentra libre y no se observan alteraciones en el tímpano, entonces se considera la posibilidad de un problema en la articulación temporomandibular.
Otros síntomas que se asocian a este problema son sentir o escuchar que algo se sale de lugar, truena o cruje al abrir o cerrar la boca; también puede haber dificultad para abrir o cerrar (se traba la quijada). Algunos pacientes pueden experimentar zumbidos o incluso mareo.
¿Qué tratamiento se da?
El otorrinolaringólogo también se encarga de los problemas que afectan cabeza y cuello, por esto es uno de los especialistas indicados para diagnosticar y dar tratamiento en estos casos. Aunque por lo general el tratamiento es multidisciplinario e incluye a las especialidades de odontología, cirugía maxilofacial y fisioterapia.
Si el diagnóstico es temprano puede presentarse mejoría utilizando remedios fáciles y sencillos, como son:
- Seguir una dieta blanda o semiblanda, evitando masticar alimentos duros (nueces, cacahuates, tostadas, etc)
- Evitar masticar chicles
- Evitar rechinar o apretar los dientes
- Aplicar fomentos calientes (calor húmedo) por 30 minutos 2 veces al día
- Masajes suaves
En ocasiones es necesario el uso de medicamentos para disminuir el dolor e inflamación (antiinflamatorios, relajantes musculares, entre otros) siempre bajo indicación y supervisión de un médico; también se puede recurrir al uso de guardas indicadas por el especialista en odontología o cirugía maxilofacial.
Si tiene alguna duda o requiere mayor información, puede comunicarse al correo clinica.otorrinos@gmail.com
Puede solicitar una valoración a los teléfonos 55593857 y 55591409
Puede solicitar una valoración a los teléfonos 55593857 y 55591409
FUENTES:
Los trastornos de
las articulaciones
y de los músculos
temporomandibulares
(ATM). National Institute of Dental and Craneofacial Research. Enero 2013
American Academy of Otholaryngology-Head and Neck Surgery. Patient Health. TMJ
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